Todo lo que no tejí.
Incontables lineas interrumpidas trazadas sobre un plano evocan caminos inconclusos que nos llevan a imaginar historias cuyos finales no sabremos. Algunas de estas lineas se cruzan como hilos en trama y urdimbre formando tejidos, pero sus lineas inevitablemente avanzan para no volver a encontrarse. Otras, casi ausentes, son apenas sugeridas por la substracción de sus fibras. Como los sueños o los pensamientos, no están claramente definidas, se desdibujan de este plano, pero el vacío que deja su ausencia nos permite ver un territorio mas profundo.
Somos hilos del territorio que nos contiene. Este gran tejido que habitamos y del que hacemos parte se construye con nuestras memorias, saberes, e identidades. También se construye con nuestros dolores.
La violencia, el desplazamiento forzado, la expropiación de tierras, las nuevas formas de colonización, y la indiferencia de aquellos que no se dan cuenta que son hilos del mismo territorio, debilitan el tejido hasta romperlo, y desvanecen los saberes y tradiciones. Así, se desdibujan los hilos y las tramas que tejen la identidad del territorio, se disgrega la comunidad y se rompe el tejido de la tradición, haciendo imposible compartir los oficios y saberes con las generaciones venideras. Esta ruptura de los territorios, las personas, las identidades y la memoria es la misma ruptura del tejido social del que todos hacemos parte.
Los cabos que nos componen son vulnerables a romperse, pero siempre pueden ser zurcidos de nuevo. Reparar es un ejercicio que demanda intención y paciencia, se realiza desde adentro y se refleja afuera. Cada fibra contribuye a la construcción de un hilo fuerte, y a su vez, cada hilo ayuda a forjar un tejido resistente. La fragilidad o fortaleza de estas fibras, sus múltiples colores, y texturas hacen parte de nuestra esencia, y contribuyen a darle vida a los miles de matices y texturas que son el gran tesoro de nuestras culturas diversas e impredecibles.
Todo lo que no tejí no es una colección; es un proyecto abierto que indaga desde múltiples saberes y técnicas diferentes formas de entender y reinterpretar la artesanía y los oficios, a través del diálogo horizontal y la co-creación entre artesanos, comunidades y el equipo de diseño de A NEW CROSS.
Exploramos y reinterpretamos saberes y materiales de diferentes geografías, para tejer en comunidad, nutriendo el diseño con el encuentro de la amplia gama de recursos tangibles e intangibles que nos ofrece Colombia, y la mirada contemporánea que ha caracterizado a la marca a través de los años. De esta manera aprendemos y desaprendemos, mientras zurcimos y hacemos tejido para contribuir a la restauración del vacío del desarraigo y la indiferencia. En este proceso esperamos incentivar tanto en nuevas generaciones de artesanos como en consumidores consientes, la necesidad de recuperar la memoria de nuestra historia, nuestros territorios y nuestros saberes ancestrales.
Agustín Nicolás Rivero.
La urdimbre sin trama no es tejido. La fibra necesita un andamiaje para sostener a la memoria
Paciencia es también volver al origen. Poder construir(nos) siendo consientes de cada movimiento, de cada puntada.